¿Aún no ha probado la auténtica e inimitable hogaza de pan de Manganeses? Nuestro producto estrella, elaboradas de manera totalmente artesana, a partir de masa madre y harina de trigo procedente de la comarca.

Piezas formadas una a una y horneadas en horno de leña de fuego directo que dan como resultado una hogaza con miga compacta y apretada y una corteza gruesa y crujiente.

Muchas personas que conocen nuestro pan nos preguntan por “el secreto” que hace que sea algo tan extraordinario en la boca de cualquier comensal y tan diferente a otros panes. La respuesta es sencilla, el secreto es seguir manteniendo la tradición centenaria en su proceso de elaboración. Se trata de un producto 100% artesano, puesto que la única máquina que entra a formar parte en la elaboración es una amasadora mecánica utilizada para mezclar los ingredientes (agua, harina, masa madre y sal). Una vez tenemos la masa preparada, la dejamos reposar para conseguir una fermentación lenta y natural, para posteriormente heñirla manualmente. Esto significa darle forma y apretarla con las manos. A continuación volvemos a dejar reposar las hogazas antes de introducirlas una a una, a través de unas largas palas de madera en nuestro horno de leña de fuego directo construido en el año 1941. Este horno permite que la llama desprendida de la leña sea la responsable de aportar el color, el sabor y la textura tan característica de nuestras hogazas. Transcurrido el tiempo necesario, sacamos las hogazas dejándolas reposar para su posterior distribución.

Antes de terminar la última hornada, todos los días se deja separada una porción de masa, la cual estará reposando junto a la masa madre para poder elaborar las masas de las hornadas del día siguiente.

Mantener la tradición en su elaboración forma el resultado de este producto; un pan cuya durabilidad puede ser de hasta una semana. Proponemos racionalizar el producto y congelar para alargar así sus propiedades y poder degustarlo en el momento deseado. Si desea degustarlo con una textura crujiente, como si estuviera recién horneado, no tiene más que darle un golpe de calor, en una tostadora, sartén, o cualquier otra fuente de calor.

Ideal para acompañar carnes, embutidos, pescados o para hacer tostadas de categoría extra; bien sean dulces o saladas. Y porqué no…degustarlo solo?, un capricho alcanzable a todos los públicos, muy saludable que podemos darnos a cualquier hora del día.